El momento del hidrógeno verde aplicado al transporte
May 5, 2021
Arup, la consultoría del entorno construido ha publicado el informe "El futuro de la energía: transporte de hidrógeno verde", en el que analiza las oportunidades que ofrece el transporte con hidrógeno como combustible ecológico.
Dado que el transporte representa entre el 20 y el 30% de las emisiones mundiales de CO2, el sector es esencial para las expectativas más ambiciosas de descarbonización. A su vez, el hidrógeno es clave para descarbonizar el transporte. Los resultados del estudio aseguran que, aunque la tecnología de las baterías será importante, el hidrógeno es viable en situaciones en las que las baterías no lo son.
Con esta perspectiva, el desarrollo del transporte con hidrógeno está siendo impulsado por:
- Políticas y normativas de bajas emisiones: 18 países ya cuentan con estrategias de hidrógeno
- Fuerte apoyo financiero del Gobierno en la ejecución de proyectos piloto
- Caída del coste de las energías renovables
- El consiguiente aumento de los fabricantes y de los electrolizadores
Gracias a estos factores, puede que el hidrógeno sea competitivo en costes con la tecnología de las baterías en 2025 y con los hidrocarburos en 2030. Las previsiones del transporte indican que el mercado mundial podría crecer hasta alcanzar un billón de dólares en los próximos 30 años.
Investigaciones sobre el hidrógeno en el transporte
Arup lleva varios años trabajando con clientes del sector del hidrógeno, en concreto, en torno a la generación, el suministro y el uso del hidrógeno en los sistemas energéticos. Sin embargo, el interés se está trasladando rápidamente a soluciones más amplias basadas en el hidrógeno, incluyendo los sectores del transporte terrestre, marítimo, el ferrocarril y la aviación.
En el informe se examina cada sector en detalle, los obstáculos que dificultan su implantación, las condiciones del mercado y cómo el transporte podría adaptarse y desarrollarse para alcanzar un futuro de cero emisiones:
- Vehículos pesados y operaciones de flota: El transporte pesado -incluidos los camiones, las grandes flotas y los vehículos de la construcción- se está convirtiendo en un sector de interés para la descarbonización. Esta industria podría convertirse en un mercado de crecimiento significativo para el hidrógeno como el sector de los autobuses comerciales, con un caso de negocio más claro en comparación con las alternativas de la batería y una red de repostaje simple.
- Ferrocarril y material rodante: Con los compromisos de descarbonización del ferrocarril en todo el mundo, los días de la tracción diésel están contados. La electrificación total de la red mediante líneas aéreas sería adecuada para los servicios pesados, rápidos y de larga distancia, pero sería muy cara e intrusiva. Por ello, se necesitan soluciones complementarias para cubrir los huecos en los que la electrificación no es viable.
- Marítimo y puertos: Los puertos se encuentran en una situación ideal para convertirse en centros de hidrógeno, ya que pueden agregar la demanda de sus propias operaciones, del transporte marítimo, del transporte terrestre y de los usos industriales locales. Para ello, pueden establecer la producción y el almacenamiento de hidrógeno, así como albergar buques propulsados por pilas de combustible de hidrógeno o por combustión de hidrógeno mediante combustible alternativo para buques. Sin embargo, esta promesa tardará en cumplirse en este sector de lento desempeño.
Primeros ensayos con el hidrógeno verde
Ejemplo de ello es el trabajo que realizan Arup como asesor principal, el Puerto de Auckland, Auckland Transport y Kiwi Rail, en Nueva Zelanda, desarrollando una instalación de producción y almacenamiento de hidrógeno verde mediante un electrolizador para suministrar combustible de hidrógeno verde comprimido a los vehículos del puerto y los autobuses urbanos. Para la compañía, aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el hidrógeno para descarbonizar el transporte es un gran reto en sí mismo.
Los responsables de los activos de transporte tendrán que invertir en nuevas tecnologías de vehículos, aún en fase de maduración. Además, tendrán que desarrollar, establecer o adquirir la cadena de infraestructuras del pozo a la rueda para producir y almacenar el hidrógeno, transportarlo y distribuirlo a las estaciones de servicio.